jueves, 22 de diciembre de 2011

Y LLEGÓ OTRA VEZ LA NAVIDAD!!!


Como cada año el mundo occidental se prepara para una de sus fiestas más importantes del año, La Navidad, pero mucho antes de que se celebrara la Navidad la gente se reunía para celebrar el solsticio de invierno, el día más corto del año y la noche más larga. Esto ha sido y es así en distintas culturas del mundo entero.

Asi, si nos remontamos a hace 2.500 años, y viajamos hasta China descubriremos que en el periodo de Primavera y Otoño (770-476 a.C.), se había determinado el punto del solsticio de invierno observando los movimientos del sol con un reloj solar. El día cae en el 22 o 23 de diciembre del calendario gregoriano. Alli se celebra la fiesta del solsticio de invierno conocido con el nombre chino de Dong Zhi, es la segunda festividad más importante del calendario chino.

Se celebra durante la noche más larga del año, y por tanto es el día con menos horas de luz y menor brillo del sol. La llegada del invierno es una celebración familiar y es también el momento en que los agricultores y pescadores hacen acopio de alimentos para la estación fría. Esta celebración tiene su origen en la creencia china del yin y el yang, que representan el equilibrio y la armonía en la vida. Se cree que las características yin de oscuridad y frialdad son más fuertes en esta época del año, pero también se trata de un momento de cambio, que da paso a la luz y el calor del yang. Por este motivo, en las fiestas Dong Zhi predomina el optimismo. Durante la noche más larga del año se suele estrenar ropa nueva, visitar a los familiares y llevarles regalos, y reír y beber hasta altas horas de la madrugada.

Al otro lado del mundo, en la cultura celta, la festividad del solsticio de invierno recibía el nombre de Yule. El Yule designa el momento en que la rueda del año está en su momento más bajo, preparada para subir de nuevo. En Escandinavia existía la tradición de celebrar el Yule con bailes y fiestas. También se sacrificaba un cerdo en honor de Frey, dios del amor y la fertilidad, que según la creencia controlaba el tiempo y la lluvia. Durante la festividad de Yule era tradicional quemar el tronco de Yule, un largo tronco de árbol que iba ardiendo lentamente durante toda la temporada de celebraciones, en honor del nacimiento del nuevo sol. De esa tradición proceden los pasteles en forma de tronco (troncos de chocolate) que hoy en día se comen en Navidades.

Los Judíos, ya sea en Israel o estén donde estén repartidos por el mundo celebran La Januca llamada la «Fiesta de las Luces», es una festividad judaica que es celebrada durante ocho días, y en la que se conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C. Acontece alrededor del 22 de diciembre, fecha del solsticio en el hemisferio norte. Este relato explicaría el motivo central de la festividad: el encendido de luminarias, que simboliza la expulsión del invierno.

En la religión Hindú nos encontramos con Mitra, uno de los principales dioses de esta religión, objeto de un culto aparecido unos mil años antes de Cristo, cargaba con los pecados y expiaba las iniquidades de la humanidad, era el principio mediador colocado entre el bien (el dios Ormuzd) y el mal (el dios Ahrimán), el dispensador de luz y bienes, mantenedor de la armonía en el mundo y guardián y protector de todas las criaturas, y era una especie de mesías que, según sus seguidores, debía volver al mundo como juez de los hombres. Era un dios que había nacido de madre virgen, en el solsticio de invierno, en una gruta o cueva, fue adorado por pastores y magos, obró milagros, fue perseguido, acabó siendo muerto y resucitó al tercer día............¡asombrosa la semejanza con la historia de Jesucristo!

En Egipto tienen la veneración a Horus Veneración a Horus (Egipto)
Durante el solsticio de invierno, la imagen del dios egipcio Horus era sacada del santuario para ser expuesta a la adoración pública de las masas. Se le representaba como un niño recién nacido, recostado en un pesebre, con cabello dorado, con un dedo en la boca y el disco solar sobre su cabeza.

En la antigua Grecia, el culto popular de Dioniso estaba repartido en cuatro grandes festividades: las dos primeras (las Dionisíacas de los campos y las Leneas) se celebraban alrededor del solsticio invernal, con carácter propiciatorio de la fertilidad/prosperidad y en medio de festejos, caracterizados por la gran alegría general. Las dos últimas tenían lugar en la primavera y festejaban la resurrección de la Naturaleza.

En Irán (Persia), existía la fiesta de yalda, en la que las familias se mantenían en vigilia toda una noche y alimentaban el fuego para ayudar al Sol a combatir la oscuridad.
Los romanos también celebraban el solsticio de invierno, cuando "el sol vence a las tinieblas" y empiezan a alargarse los días. Después del Edicto de Milán, por el que Constantino declaraba el cristianismo romano como religión oficial del Imperio, los romanos seguían celebrando su fiesta del Solsticio de Invierno. La Iglesia decidió absorber esa fiesta, dotándole de un sentido cristiano, puesto que hasta entonces no se celebraba la Natividad del Señor. El Sol que vence a las tinieblas es Cristo, y desde entonces la Navidad se corresponde con la noche del 24 al 25 de diciembre (igual que la noche de San Juan es seis meses antes, el tiempo que se llevaban Jesús de Nazaret y Juan de Ain Karim 'el Bautista'; la noche del 24 al 25 de junio, en que el Sol es el vencedor absoluto sobre las tinieblas: el solsticio de verano).
Inti Raymi (en quechua ‘fiesta del Sol’) era una antigua ceremonia religiosa andina en honor a Inti (el dios sol), que se realizaba cada solsticio de invierno en los Andes. Inti Raymi, festividad del Haucaycuzqui, séptimo mes del calendario inca, según el cronista peruano Guamán Poma (1565-1644).
Durante la época de los incas, el Inti Raymi era el más importante de los cuatro festivales celebrados en Cusco, según relata el Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), e indicaba la mitad del año así como el origen mítico del Inca. Duraba 15 días, en los cuales había bailes y sacrificios. El último Inti Raymi con la presencia del emperador inca fue realizado en 1535.

Como vemos parece que a lo ancho y largo de todo este mundo que habitamos se ha celebrado en estas fechas, desde hace miles de años una FIESTA, las denominaciones han sido muchas, pero el sentido casi siempre ha sido el mismo, o al menos ha tenido que ver con la celebración de que la luz empieza a vencer a las tinieblas, no solo en sentido figurado, cada vez se irán haciendo poco a poco más largos los días.

En cuanto a lo que nos toca celebrar cada año…parece casi imposible salirse de la norma y dejar de hacerlo, pero quizás no es a lo que tengamos que aspirar, quizás sea suficiente con celebrar la Navidad que nos toca de una forma diferente, seamos crític@s, realistas y analític@s en estas fechas. Los mensajes publicitarios van empapados de sentimientos entrañables en defensa de valores familiares y de elogio de la solidaridad. Sin embargo, la canalización de todos estos sentimientos va siempre encaminada a la consecución de un claro objetivo: incrementar las ventas bajo un asumido despilfarro navideño, sin tener en cuenta sus repercusiones sociales y ambientales. Ahí es donde debemos tomar partido y actuar, por ello proponemos que en vez de dedicar tiempo a estar en interminables colas en centros comerciales, se dedique ese tiempo a pensar en unos regalos diferentes. Y que se sea crític@ con la publicidad y no creamos ciegamente los sueños que nos vende.

Echar la vista atrás para ver que, no hace tanto tiempo, éramos felices celebrando la navidad de otro modo, puede ayudar a ver que hay otros modelos diferentes al consumo desenfrenado.
¿Que hacemos con los juguetes?
El bombardeo publicitario que empieza más de un mes antes de que llegue la navidad no olvida a los más pequeños de la casa, y crea para ellos un montón de anuncios de juguetes. Según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) en estas fechas se compran el 75% de los juguetes que se venden cada año.
Muchos padres y madres, sometidos a la presión de sus hijos e hijas, acaban por convencerse de que para demostrar lo mucho que les quieren les tienen que comprar más regalos, y terminan sometiéndose a la dictadura de la publicidad olvidando alternativas de consumo más justas social y ambientalmente. Aquí mostramos algunas de ellas:
• Buscar juguetes de artesanía local.
• No comprar juguetes sobre embalados.
• Asegurar que son juguetes no sexistas ni bélicos.
• Buscar aquellos que estimulen la creatividad.
• No comprar juguetes que usen pilas.
• Asegurar que son adecuados a cada tipo de edad.
• Mirar que sean de materiales naturales y biodegradables.
• Asegurar que se esté pagando el producto, y no su publicidad.
• Además, lo más importante es que es posible jugar sin juguetes.
Y, ¿con Árboles de navidad y otros adornos?
Los abetos y otras pináceas se han convertido en un objeto de consumo de usar y tirar, que va del monte o el vivero al vertedero después de pasar la navidad en una casa. Llama la atención que haya viveros dedicados exclusivamente a la producción de árboles que van a la basura (alrededor de 2.000.000 al año), en un país erosionado y con graves riesgos de desertificación.
Otros adornos navideños suponen también enormes impactos. La utilización ornamental de los acebos en Navidad ha conducido a que se encuentren en grave peligro de desaparición, con los graves daños que esto supone para el ecosistema en el que se desarrollan. Esto mismo ocurre con los musgos, que se utilizan como adorno en belenes, además no hay que olvidar que esta especie esta protegida y es sancionable administrativamente el transporte, recolección y utilización de la misma.
Por último, la fiebre consumista ha llegado a otras especies vegetales, como los ruscos o el muérdago, que están siendo recolectadas de forma insostenible.
Así que, no lo olvides, si traes un árbol a casa en estas fechas que sea de forma consciente, adquiriendo el compromiso de traer un ser vivo que tras la navidad requerirá de cuidados y atención.
También existe una alternativa, y es crear tu propio árbol con materiales reciclados este y otros adornos navideños los puedes aprender a hacer en esta página:
Además de ser respetuos@s con el medio ambiente encontrareis una actividad divertida para hacer todos juntos en familia, que más se pude pedir!
Y sin más, desde AMARYI deseamos felicitaros las fiestas a tod@s los que nos seguís, así como una entrada de año nuevo muy feliz y prospera y nada, lo dicho…Feliz solsticio de invierno!, Feliz Yule! Feliz Janica! Feliz Dong Zhi! Feliz fiesta del Sol! Felicidad en definitiva para este periodo del año.
El contendido de esta entrada se ha creado gracias a los contenidos y el trabajo que se ha realizado en estas páginas:

http://www.ecologistasenaccion.es/article1111.html:

http://es.wikipedia.org/wiki/Fiesta_de_Yule