viernes, 10 de enero de 2014

Lo que siente Amaryi. Txus.


Amaryi ha sido un lugar mágico sin espacio concreto donde siempre podía acudir para encontrarme bien, en familia, conectada y comprendida. Un lugar donde descubrí realmente lo que era la maternidad y donde empecé a ver todas las cosas que me había perdido hasta ese momento por no tener suficiente información antes de dar a luz. Un lugar que, poco a poco, me abrió los ojos hacia una realidad muy dura respecto a mi parto robado pero que también, poco a poco, me ayudó a sanar y a curar las heridas que siguen tiernas a pesar de los años. Pertenezco a Amaryi aún antes de que fuera Amaryi, cuando unas poquitas madres algo recelosas y muy novatas se reunían en la biblioteca en 2008 con muchas ideas y buenas intenciones pero sin nada claro aún. Ese proyecto tomó forma, cogió fuerza y se hizo realidad. Los tres años siguientes han sido de los más maravillosos de mi vida respecto a aprendizaje y crecimiento personal. Nunca olvidaré el III Encuentro de lactancia materna celebrado en Jarandilla de la Vera en el año 2010. Ese fin de semana tan intenso donde vivimos tantas emociones. Donde, en la charla de “parto respetado en el hospital” por un momento las Amaryi nos miramos y nos dimos cuenta que todas estábamos llorando por los partos propios o de otras madres de la tribu que no pudimos o no pudieron tener el parto esperado. Por esas charlas y esas conversaciones de horas y horas donde todas las que sufrimos violencia obstétrica nos desahogamos juntas. Porque la tribu Amaryi es mucho más de lo que se pueda contar en una descripción con palabras. Ese fin de semana significó un punto y aparte fundamental en mi vida.
Por ello, quiero compartir la foto familiar que nos hicimos al finalizar las jornadas donde ya estábamos todas radiantes y seguras de formar parte de algo muy importante que poco a poco, si no cambia el mundo entero, sí cambia nuestro mundo que, hoy por hoy, es lo más importante para recuperarse y ganar confianza.
Feliz día.
Txus

jueves, 9 de enero de 2014

Una reunión muy emotiva

Ayer, día 8 de enero, tuvimos una de nuestras reuniones periódicas. Para todos fue un encuentro especial. Para las mamás, papás, bebés, niños y criaturas todavía creciendo en la barriguita.

Hubo mamás que se presentaron por primera vez, algunas por conocer la asociación, por compartir su experiencia, presentar a sus hijos, y otras, para prepararse antes del nacimiento de sus hijos. También alguna despedida que nos hizo recordar el maravilloso ciclo de AMARYI.

Es realmente hermoso ver cómo un grupo de mujeres que, algunas incluso sin conocerse, se conectan sin esfuerzo formando una red, un abrazo colectivo cargado de energía positiva. 

De vez en cuando es necesario encontrarse con gente que comparte tus ideas, que comprende tus dudas, que apoya tus decisiones, que te orienta, respeta o que simplemente, deja que te desahogues. Así es AMARYI y ayer, especialmente, lo sentimos.

Estoy plenamente convencida que con estos encuentros crecemos un poquito en confianza, serenidad y madurez.

No dudes en acercarte a la próxima reunión que será el 22 de enero, a las 18:30 horas en la Casa de la Mujer de Cáceres.



miércoles, 8 de enero de 2014

Lo que siente Amaryi. Mirya.



Todas somos necesarias, nadie imprescindible”


Año 2009. Se funda la asociación AMARYI, un grupo de mujeres con unas necesidades y un deseo común, fundan una asociación por y para la crianza respetuosa y consciente. En aquello tiempos podría parecer que amaryi eran esas mujeres, pero lejos de la realidad, acababa de nacer un ser autónomo y libre, vulnerable en aquellos tiempos.

Año 2013. Me encuentro con unos sentimientos raros y encontrados. Durante este año he sentido en todo momento que había llegado el momento de decir “Adiós”, pero por otro lado algo en mi interior me decía que era responsable de AMARYI, como si su continuidad en cierto modo fuera consecuencia de mis actos, de mi implicación.
Sin embargo, la vida, una vez más, nos pone en nuestro lugar, y es que, como digo, en AMARYI, todas somos necesarias, pero no hay nadie imprescindible.
Este año, ya pasado, 2013 me ha enseñado mucho, he tenido la suerte de ver y vivir como ha venido cargado de un montón de ilusión y energías renovadas de muchas mamás que ya estaban en amaryi y además, para más alegría si cabe, nuevas mamás empiezan a ser amaryi de forma activa.

Así que ya está, ahora me siento feliz porque al fin soy capaz de ver a AMARYI en todo su grandeza, es algo mucho más grande que cualquiera de nosotras, es algo maravilloso en donde me he sentido como en casa, en tribu, protegida, escuchada, me he sentido empoderada, fuerte, segura, querida, aceptada. Al fin veo AMARYI como lo que su propio nombre indica: LIBRE, como cuando “regresas a la madre”.
También me siento triste porque marcharé por un tiempo, porque dejaré de llenarme por dentro en cada reunión, en cada asamblea, porque la miraré desde lejos.

Toda mi fuerza y energía para las que estáis hoy dándole forma, sois grandes, necesarias y maravillosas.

Hasta pronto tribu!!!!

Mirya