viernes, 19 de noviembre de 2010

La voz interior

¡La vida es sencilla! ¿Por qué habrías de complicártela? ¿Por qué escoger una ruta tortuosa cuando tienes el camino recto ante ti?


Permite que la vida se desarrolle en ti, y no intentes forzar su desarrollo.

No puedes forzar la apertura de una flor, pues si lo intentaras, destruirías la belleza y la perfección de esa flor debido a tu impaciencia.

Hay un tiempo preciso para cada cosa.

¿Por qué no, pues, seguir el ritmo de la vida, fluir con él y contemplar cómo se despiertan Mis maravillas y Mis glorias con auténtica perfección?

Cuando se hace algo fuera de su tiempo, el resultado es que queda retrasado en lugar de que ocurra con la velocidad adecuada.

Por tanto, espera en Mí de forma callada y confiada, y nunca te precipites a hacer algo antes de que haya llegado su hora.

Al mismo tiempo, nunca te dejes arrastrar perdiendo de ese modo un tiempo precioso.

Date cuenta de que hay un diseño y un plan gloriosos en todo lo que estás haciendo, y da eternas gracias.

Eileen Caddy,  “La voz interior”

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