“Todas
somos necesarias, nadie imprescindible”
Año
2009. Se funda la asociación AMARYI, un grupo de mujeres con unas
necesidades y un deseo común, fundan una asociación por y para la
crianza respetuosa y consciente. En aquello tiempos podría parecer
que amaryi eran esas mujeres, pero lejos de la realidad, acababa de
nacer un ser autónomo y libre, vulnerable en aquellos tiempos.
Año
2013. Me encuentro con unos sentimientos raros y encontrados. Durante
este año he sentido en todo momento que había llegado el momento de
decir “Adiós”, pero por otro lado algo en mi interior me decía
que era responsable de AMARYI, como si su continuidad en cierto modo
fuera consecuencia de mis actos, de mi implicación.
Sin
embargo, la vida, una vez más, nos pone en nuestro lugar, y es que,
como digo, en AMARYI, todas somos necesarias, pero no hay nadie
imprescindible.
Este
año, ya pasado, 2013 me ha enseñado mucho, he tenido la suerte de
ver y vivir como ha venido cargado de un montón de ilusión y
energías renovadas de muchas mamás que ya estaban en amaryi y
además, para más alegría si cabe, nuevas mamás empiezan a ser
amaryi de forma activa.
Así
que ya está, ahora me siento feliz porque al fin soy capaz de ver a
AMARYI en todo su grandeza, es algo mucho más grande que cualquiera
de nosotras, es algo maravilloso en donde me he sentido como en casa,
en tribu, protegida, escuchada, me he sentido empoderada, fuerte,
segura, querida, aceptada. Al fin veo AMARYI como lo que su propio
nombre indica: LIBRE, como cuando “regresas a la madre”.
También
me siento triste porque marcharé por un tiempo, porque dejaré de
llenarme por dentro en cada reunión, en cada asamblea, porque la
miraré desde lejos.
Toda
mi fuerza y energía para las que estáis hoy dándole forma, sois
grandes, necesarias y maravillosas.
Hasta
pronto tribu!!!!
Mirya
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