miércoles, 6 de abril de 2011

Moxibustión

En la semana 35 de mi embarazo me confirmaron que mi bebé estaba de nalgas.


Ahora mismo no os voy a relatar los motivos que me motivaron a intentar que se colocara en cefálica, pero sé que lo angustioso que puede ser para una madre que espera un parto natural, un nacimiento humano con un recibimiento cálido, el hecho de pensar que su única opción se reduce a la cesárea. Por esto quiero compartir mi experiencia, espero que sirva de ayuda.

Había oído hablar de la moxibustión y consulté con un acupuntor.

http://es.wikipedia.org/wiki/Moxibustión

Aplicación

Esta técnica, de medicina china, se aplica en un punto de los meñiques del pie en concreto en el borde exterior de la uña, a la altura del nacimiento de la misma.


Se utilizan moxas, una especie de puro o carbón, de artemisa, las hay de diferentes tamaños y presentaciones. Dicen que para esto en concreto son preferibles las que son tipo puro, yo usé unas pequeñas de carbón que fue las que encontré.

Para este caso es más apropiado aplicar la moxa en los dos pies a la vez pero no siempre vamos a tener dos personas que lo puedan hacer simultáneamente, además es más relajado con una sola persona. La duración puede ser 15 ó 20 minutos para cada pié. Habitualmente se aplica una o dos veces al día (esto depende de la urgencia, no es lo mismo que estemos en la semana 36 que en la 39...) La moxa se comienza a usar desde la 35.

El número de aplicaciones y el tiempo puede variar, se recomienda usarlas una vez al día (15-20 min en cada pie, en los dos a la vez) durante 9 días. O bien dos aplicaciones al día (15-20 min en cada pie, en los dos a la vez) durante 7 días. En el momento en que advertimos que el bebé se ha colocado dejamos de utilizarlas.

Se acerca la moxa encendida al punto de aplicación, hasta donde la persona aguante el calor, y se retira. Continuaremos así el resto del tiempo de pose. Es posible que al terminar haya una rojez, es normal, se ha aplicado mucho calor.

A la hora de emplear la moxa es importante la postura y el estado de relajación en ese momento. Al parecer se moviliza y utiliza un canal energético y es importante el estado mental.

Postura

Se debe estar tumbada en un lugar muy cómodo y acogedor (donde te relajes mucho) en la cama por ejemplo. Puedes usar velas y música, si te resulta más relajante el ambiente. Te puedes ayudar con cojines o almohadas para conseguir una postura que no sea del todo horizontal .Es mejor que estés con la espalda ligeramente incorporada (un poco) y muy cómoda .Las piernas muy relajadas y estiradas (pero sin tensiones).La tripa debe estar un poco de lado. Lo ideal es que apoyar el lado de la tripa donde no está la espalda del bebé. Si su espalda queda suspendida sin apoyo la gravedad facilitará el movimiento.

Yo me tumbé en una hamaca, que me proporcionaba la postura ideal y además un estado de relajación muy adecuado.

La intención es sugerir movimiento al bebé y que se gire para colocarse en posición cefálica.

A nivel energético se hace con la moxa, a nivel físico podemos ayudarnos de posturas y movimientos.

Es mejor realizar esta técnica la cuando sientas que el bebé está más activo

Al terminar podemos aprovechar que el momento es adecuado para adoptar posturas que ayuden a esa movilización, postura del mahometano, postura del gato o incluso caminar a gatas unos minutos.

Yo necesité una sola aplicación de 15 minutos para que el bebé se colocara. Y eso que tengo que reconocer que mi actitud era escéptica. Quizá era el empujoncito que hacía falta, o era el momento de colocarse, o simplemente funcionó.

Agradezco mucho a mi acupuntor, Agustín Melchor Terrón y a Esmeralda Conde Martín (Doula) su ayuda e interés. Y por su puesto a mi marido, que fue quien me aplicó las moxas.



Imágenes:






Editado por Val

1 comentario:

  1. A mí me fue fenomenal.Mi bebé estaba de nalgas y la matrona de la preparación al parto me habló de esta técnica. Yo me lo hice en Badajoz, durante la semana 35, cuando ya pensaba que no se daría la vuelta, y sólo necesité dos sesiones. Me sonaba un poco raro, pero me animó a hacerlo el hecho de que no supone ningún riesgo, no hay ninguna intervención "física", es decir: no te tocan la barriga, ni te pinchan nada... sólo el calor de la moxa. Lo recomendaría sin dudarlo, aunque claro, la garantía de que funcione es relativa, pero en la evaluación riesgo-beneficio, superan con mucho las ventajas.

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